lunes, 10 de junio de 2013

viernes, 7 de diciembre de 2012

Especial Miley "Rayita" ♥

Cómo les había dicho antes, este es el especial de fotos de Miley, recuerda que si no te gusta Miley, entonces imagínate como tu u otra famosa, como quieras ;D





















Fin especial Miley :3 




miércoles, 21 de noviembre de 2012

Hey! ♥

Hellow Hellow :3

Espero les haya gustado la novela, a mi me encantó cuando la leí, aunque no supe que pasó con Ashley y Louis y con Harry y Emma, supongamos que se casaron, también tuvieron hijitos y trabajan junto a Zayn en la empresa :D

Les aviso que no hay segunda temporada.

Les haré una entrada especial de fotos de Zayn y Miley, ya que yo imaginaba a "Rayis" como Miley.
Si no te gusta Miley, entonces imagínate como tu u otra famosa, como quieras ;D

Esperaba que hubiesen comentado las entradas, pero no lo hicieron :'(

Eeeeeeeeen fin.

Les mando muchas letritas de amor:

ayudgadaoonudiubctuanbuahud ihxidg buyaghvsdunh du aysyhdnaxd manhgfuygs mnbgsuynodmaidnmxaiuh

~ ( *o*) ~

Bye °3°


Epílogo ♥


Abrí un ojo al escuchar un ruido proveniente de afuera de la habitación. Frunciendo el ceño abrí el otro y me quedé quieto en medio de la gran cama. Giré mi cabeza para mirar al costado de mí y estaba vacía, ella no estaba. 
—Nicholas Malik, mi vida, ven aquí. Te dije que no corras más cerca de las escaleras… vas a caerte, mi vida. Y no quiero que eso pase. —escuché su dulce voz, esa era 
su manera de reprenderlo.
Ya le dije un millón de veces que así, él seguiría siendo un rebelde.
—No lo volveré a hacer, ma —dijo él. Sonreí levemente, era un pequeño demonio.
—Josh, mi amor, ¿puedes pasarme tu camiseta? —escuché unos pequeños pasos que pasaban por delante de la puerta.
—Aquí tienes mamá —dijo él y volví a escuchar sus pasos.
—Jade, mi cielo, ¿ya estas lista? —preguntó _______.
— ¿Dónde está mi muñeca rosada, mami? —preguntó con voz preocupada.
— ¿Te fijaste debajo de la cama? —dijo su madre.
— ¡Aquí esta! —dijo contenta.
—Bueno, ¿ya están listos? —les preguntó.
—Casi —dijo Josh.
— ¿Por qué se están poniendo tan lindos? —dijo _______.
—Lo que pasa es que queremos impresionar a la maestra de natación —contestó Nicholas.
Reí por lo bajo.
—Con que eso es —dijo ella sin poder creerlo —Ustedes dos son terribles, no puedo creerlo.
—Ya mamá, tranquila —la calmó el pasivo y a la vez seductor Josh —Sabes perfectamente que tú eres nuestra favorita.
—Él tiene razón, ma —lo siguió mi otro pequeño galán —Tú eres la dueña de nuestros corazones. Las demás nada significan.
—Aay por Dios —dijo ella divertida — ¿De dónde habrán sacado ustedes dos esa manía de comprarme?
—Tenemos un buen maestro —aseguró 
Josh divertido. 

—Ya lo creo —dijo ella.
— ¿Papá no irá a trabajar hoy, ma? —preguntó Nicholas.
—Papi está de vacaciones… hoy comienzan —contestó ella —Vayan bajando que el desayuno está listo. Mientras yo termino de peinar a su hermana.
Ellos dos bajaron las escaleras.
—Hija, ven al baño.
—Voy.
— ¿Estás contenta de empezar la escuela? —le preguntó.
—Si, pero tengo miedo —dijo ella.
— ¿Miedo, mi cielo? ¿De qué?
— ¿Qué pasa si me pierdo? ¿Cómo voy a volver? —dijo preocupada.
—Tus hermanos van a cuidarte, no tienes que temer de nada princesa mía —la calmó _______.
—No lo creo, ellos se la pasan babeando por la maestra de natación. Son unos bobos.
—Te van a cuidar, yo lo sé —dijo divertida su madre.
Sonreí con ternura, mi pequeña es tan hermosa. Tan hermosa como su madre. Jade es una copia exacta de _______, a diferencia que tiene mis ojos. Con cinco años de edad ya es toda una mujer. Mientras que mis dos muchachitos son iguales a mí, con los ojos marrones de su madre. Nicholas y Josh son gemelos y por ende inseparables. Siete años de pura destrucción masiva... pero ¿Qué sería de mi vida sin ellos?
Y ¿Qué puedo decir de la mujer que cambio mi vida por completo? Pasaron 5 años, y aun la sigo amando con la misma pasión de cuando teníamos 19. Recuerdo como si fuera ayer cuando llegó corriendo a la Universidad con los ojos llenos de lágrimas y temblando como un animal asustado, para decirme que estaba embarazada. En ese entonces yo acababa de cumplir 22 años, y a ella le faltaban dos meses para dejar sus 21. Esa vez no había sido una alarma como cuando teníamos 19. Éramos jóvenes, aun lo somos, pero saber aquello fue una de las mejores cosas que me pasó en la vida, se los puedo asegurar. Nueves meses después llegaron nuestros gemelos y dos años más tarde nuestra pequeña princesa...
—Papi, ¿Estás despierto? —escuché su suave voz. Levanté la cabeza y la miré.
—Si, mi amor —le dije.
Ella entró con cuidado y cerró la puerta para luego acercarse hasta la cama. Se sentó a mi lado.
—Solo quería venir a despedirme, me voy a la escuela —dijo y una sonrisa, con falta de algunos dientes, recientemente caídos, iluminó su pequeño rostro.
Levanté mi mano y acaricié su mejilla. Acomodé un poco el pequeño flequillo negro que caía sobre su frente y que tapaba un poco aquellos enormes ojos mieles.
—Vas a pasarla muy bien, cielo —le dije.
—Mami dice que estas de vacaciones, ¿es cierto?
—Si, si es cierto. Cuando vuelvan a la tarde tú y tus hermanos iremos con mamá a tomar un rico helado, lo prometo.
Sonrió y se acercó a mí para abrazarme y luego besar mi mejilla. Aun no comprendo como algo tan pequeño puede llenarte tanto de amor... pensé lo mismo el día que la tuve entre mis brazos la primera vez. Se veía tan frágil, tan inocente y dulce.
—Te amo, papi —besó mi mejilla de nuevo.
—Y yo a ti, bombón —besé su pequeña nariz —Ahora ve que mami te debe estar esperando.
— ¡Jade, mi cielo, el autobús ya está aquí! —ambos escuchamos el llamado de _______.
—Te lo dije —ella rió divertida y se bajó de la cama.
—Adiós papito —se acercó a la puerta y antes de salir se giró a verme. Sonreí ante la imagen de aquella enana con una mochila en la espalda, más grande que ella, y dos pequeñas trenzas que apenas caían sobre sus hombros —Dale muchos besos a mamá... y mira que yo ya le dije que te dijera que le des una de esas semillitas para hermanitos, porque quiero una hermanita para jugar a las muñecas. Con Nicholas y Josh no puedo.
Sonreí divertido y negué con la cabeza.
—Hablaré con mamá sobre ello cielo, ve tranquila —le dije.
Ella asintió y salió de la habitación.
— ¡Adiós Papá! —escuché que Josh y Nicholas decían a la vez.
— ¡Adiós Campeones, se portan bien! ¡Y cuiden bien a su hermana! —les respondí.
— ¡Claro que sí! —aseguró Josh.
— ¡Tenlo por seguro! —dijo Nicholas.
Reí por lo bajo y me volví a acostar bien en la cama. Luego todo fue silencio, escuché el sonido del autobús al arrancar y nada más. Unos cuantos segundos después la puerta de la habitación se volvió a abrir. Ella entró y soltando un cansado suspiro se tiró a la cama. Giró su cabeza para mirarme.
—Lo siento amor, se que querías dormir de corrido hasta las 11 de la mañana. Pero Jade se quería despedir de ti... no podía decirle que no —me dijo.
Sonreí y me acerqué a ella para envolverla en mis brazos y acercarla a mi pecho.
—Ya estaba despierto cuando vino —le dije.
Alejó su cabeza de mi pecho y me miró a los ojos. Sonrió y me besó cortamente.
—Ya sabes que no puede irse sin antes darle un beso al bombón de su padre —dijo divertida.
—Y así tiene que ser —aseguré.
Ella rió levemente, haciendo que mi corazón latiera rápido.
—Llamó tu hermana… dice que necesita que convenzas a Ryan para que la deje ir de vacaciones con su mejor amiga —me dijo.
—Ah no, eso sí que no —dije negando con la cabeza.
— ¿Por qué no? —Preguntó —Tú hermana te necesita, Zayn.
—No ______, no voy a permitir que esa jovencita vaya de vacaciones con su mejor amiga y esas cosas. Aun es una niña.
—Zayn, mi vida, no falta nada para que cumpla 16.
—No me interesa, y esa es mi última palabra.
— ¿Y qué va a pasar cuando nuestra hija se quiera ir de vacaciones con sus amigas?
—Pues es obvio, no irá.
—Eres el peor del mundo —aseguró y se acostó en la cama dándome la espalda.
Solté un suspiro y me acerqué más a ella.
—Bueno, está bien. Tú ganas. Llamaré a Ryan para hablar con él —le dije.
Se dio la vuelta y sonrió de par en par. Tomó mi rostro con sus manos y me besó por toda la cara. Menos los labios.
—Eres el mejor —aseguró.
— ¿Tienes algo para decirme que nuestra hija te haya dicho? —le pregunté.
Ella frunció el ceño y me miró extrañada.
— ¿Si Jade me ha dicho algo? —preguntó.
Asentí mientras me acercaba a más a ella y comenzaba a besar su cuello.
Hace tantos años que beso los mismos labios y aun me sigo excitando. Hace tantos años que le hago el amor a la misma mujer y siempre que pasa descubro algo nuevo.
—Mi amor, nuestra hija me dice muchas cosas durante el día —dijo.
Sentí su mano apoyarse en mi brazo y brindarme una suave caricia.
—Algo muy importante —susurré cerca de su oído.
Su exquisito y único aroma entró por mi nariz para despertar aun más esa pasión que siempre me genera. Huele a ella, a rosas, a galletas y a mí. Me enloquece.
Apoyé mis manos sobre sus caderas y bajé hasta el borde de su camisón. Ella soltó una leve risita que cosquilleó en mi oído.
— ¿No te parece que es un poco temprano para esto? —me preguntó.
Subí mis manos arrastrando el camisón. Y cuando sus piernas quedaron descubiertas me subí encima de su cuerpo, obteniendo un espacio entre ellas. Ella gimió levemente y mi nombre salió de sus labios en forma de reproche.
—Señora Malik, nunca es tarde o temprano cuando se trata de hacerla mía.
Ella sonrió y sus manos subieron y bajaron por mi espalda.
—Que yo sepa tú y yo no estamos casados para ser la señora Malik.
—No hace falta ningún papel para que seas de Malik. Eres mía desde el día en que me abriste la puerta a las dos de la mañana y me dejaste entrar en ti.
Ella mordió su labio inferior y me miró con ternura.
— ¿Siempre eres así de comprador? —me preguntó.
— ¿Siempre eres así de recatada? —le pregunté y comencé a besar su cuello de nuevo.
Sentí como su piel se erizaba y un escalofrió bajaba por su cuerpo. Juro que amo provocar eso en ella.
—Apenas han pasado dos días desde la última vez que lo hicimos —su voz sonó algo agitada y quebrada.
Sonreí y con mucho cuidado mordisqueé su mentón y mandíbula. Con mis manos seguí subiendo el molesto camisón.
—Y eso para mí es una eternidad —aseguré —Además —besé el espacio libre que había entre su cuello y su pecho. Su mano se enterró en mis cabellos. Con un simple movimiento me deshice de su sensual ropa de dormir —Ese día no estuve muy duradero como me hubiese gustado estarlo.
—No me pareció —dijo ella y acarició mi espalda.
—Pues a mí sí, porque quise cansar a los niños para que durmieran como troncos durante la noche, lo conseguí, pero yo terminé más cansado que ellos —ella rió levemente. Su mirada se clavó en la mía —Vamos, amorcito. Quítame la remera —le pedí.
Ella relamió sus labios y con manos suaves me quitó la molesta prenda. Gruñí al sentir su piel algo fría contra la mía. Me incliné hacia ella y con la punta de mi lengua acaricié sus labios. Ella soltó un leve suspiro.
—Ya recordé que me dijo nuestra hija —me dijo. Soltó una risita nerviosa —Lo de la semillita para hermanitos, ¿cierto?
Asentí y metí mi mano entre el colchón y su espalda para moverla y acomodarla mejor debajo de mí. Ella volvió a gemir. Aun traía la ropa interior y yo este molesto pantalón de dormir. Creo que desde ahora en más dormiré desnudo.
— ¿Qué piensas de eso? —le pregunté.
Ella bajó su mano por mi espalda hasta mi trasero. Arqueé una ceja cuando su palma me apretó en forma provocadora.
—No hablemos de eso ahora… solo bésame.
Obedecí sus palabras y junté mi boca con la suya. Sus labios se abrieron para mí y los acaricié con ansias con los míos. Era un beso dulce, embriagador, apasionado y sobre todo con amor. Rodeó mi cuello con sus finos brazos y me atrajo más hacia ella.
Coloqué mis brazos a nuestros costados y acaricié el contorno de su cuerpo. Su cuerpo suave, bello y firme a pesar de haber pasado por dos embarazos. Su cuerpo perfecto, maternal. Su cuerpo dulce y caliente. El cuerpo que ha llegado a enloquecerme en forma simple y a la vez rara.
—Llamó Louis —dijo alejándose de mi boca. La miré.
— ¿Qué quería? —le pregunté.
—Dice que los inversionistas han firmado el contrato. Todo está saliendo bien.
—Eso es perfecto —la besé de nuevo —Pero me lo dices luego.
Me deshice de todo rastro de ropa que se interponía entre nosotros y por consiguiente le hice le amor.
Ella se apoyó sobre mí, apoyando su oreja sobre mi corazón. Acaricié su espalda desnuda acomodando sobre ella su largo cabello.
— ¿Eres feliz? —me preguntó.
—Nunca pensé que iba a ser tan feliz en mi vida. Jamás imaginé terminar así. Con la mujer a la que más amo en el mundo y con tres hijos —le dije.
—Cuatro —dijo ella. Fruncí el ceño. _______ levantó la cabeza de mi pecho y me miró.
— ¿Cuatro? —dije confundido. Ella apretó los labios para evitar sonreír.
Entonces entendí aquello. —La semilla para hermanitos ya está aquí, ¿verdad?
—Ajá —dijo asintiendo mientras sus hermosos ojos se llenaban de lágrimas —Tengo un atraso de 3 semanas. Me desperté más temprano y me hice un test, dio positivo.
—Oh, mi amor —dije y la abracé contra mí. Ella se acurrucó bien y escondió su rostro en mi cuello —Me haces el hombre más… dichoso de este mundo. Por Dios lo contenta que se va a poner nuestra bella Jade.
—Tengo el presentimiento de que va a ser una niña —musitó.
— Kendall —dije. Ella asintió y me miró de nuevo.
—Me encanta ese nombre —aseguró y me besó.
Volvió a acomodarse contra mí.
— ¿Qué pasa si salen gemelas? —dije.
Ella negó energéticamente con la cabeza.
—Doble llanto, doble cambio de pañal, todo doble. Divertido, hermoso, pero agotador.
— ¿Quién te manda a ser tan fértil? —le reproché.
— ¡Zayn! —se quejó y golpeó mi pecho.
Reí divertido.
—Eres hermosa, mi pequeña fábrica de bebes hermosos —le dije.
—Mmm… no me halagas diciéndome fábrica. Ya me estoy sintiendo gorda. Por Dios, otro embarazo más. Yo no sé cómo es que aun estoy en forma —dijo.
—Acomplejada —susurré.
—Tonto —me dijo.
—Obsesión —le dije. Ella me miró —Mi bella y peligrosa obsesión.
—Te amo —dijo y acarició mi rostro.
—Te amo —dije y la besé.
Yasser vino a mi cabeza y sonreí. Quizás ahora comprendo un poco más los sentimientos de mi padre. Quizás ahora puedo perdonarlo. Puedo decirle: Padre, tenías razón. Pero no del todo.








Último Capítulo 64 ♥

* Léela con música: http://www.youtube.com/watch?v=FOjdXSrtUxA *

Asentí mientras él decía el lugar. Yo sé perfectamente en donde queda. Cuando era niño me escondía de mi padre en aquel galpón que estaba detrás de la casa. 
—Si, se donde queda —dije y todos me miraron.
—Bien, enseguida mando unas patrullas —dijo él.
—No, yo voy —dije y corrí para salir del lugar.
— ¡No, espera! —gritó él.
Salí y encontré el auto de mi madre. Me subí rápidamente a él y comencé a manejar. Tenía que llegar a ese lugar antes de que fuera demasiado tarde. Giré mi cabeza hacia atrás para ver como todos comenzaban a seguirme en sus autos. Unas cuantas patrullas de policía también iban detrás de mí. Aceleré y me pasé varios semáforos en rojo. Pero nada de eso me importaba ya. Solo necesito llegar a ese lugar y sacarla de allí.
Me bajé corriendo del auto mientras todos los demás se detenían detrás de mí. Uno de los policías me agarró del brazo.
—No, es mejor que no entres —me dijo. Lo miré.
—Voy a entrar —aseguré y me solté de él.
— ¡No, Zayn! —escuché la voz de mi madre.
Me giré a verla y vi su angustia. Negué con la cabeza y volví a correr para dirigirme a la entrada de aquel viejo galpón.
Llegué y con cuidado abrí la puerta de chapa. Todo se veía oscuro y silencioso. Entré del todo y comencé a caminar por allí.
Todo estaba lleno de cajas y latas de pintura. Había ratas y bichos. Seguí caminando hasta que escuché su voz a lo lejos. Me acerqué más hacia el lugar.
—Pronto todo terminara, ______ —le dijo él.
Me asomé y allí estaba. Parado frente a ella mientras sostenía un arma con la que jugaba sin prestarle atención. Ella estaba sentada y atada a una silla. Un pañuelo sobre su boca le impedía hablar pero su rostro estaba empapado en lágrimas.
—Todo es una lástima, ¿sabes? —se detuvo frente a ella y la apuntó con el arma, justo en la cabeza. _______ cerró los ojos con fuerza —Todo hubiese sido distinto si solo Zayn me hubiese escuchado. Pero no lo hizo. Está como idiotizado por ti y yo no puedo permitir eso. No puedo permitirlo —la miró y sonrió —Abre los ojos querida, quiero que veas —ella abrió los ojos y le sostuvo la mirada — ¿Hay algo que quieras decir antes de morir?
Mi corazón se detuvo y la respiración abandonó mi cuerpo.
Ella asintió levemente y entonces él sonrió y le quitó el trapo de la boca.
—Yo… yo amo a Zayn —le dijo temblorosa.
Tuve ganas de entrar allí corriendo, pero si lo hago él puede hacerle daño. Tengo que encontrar la forma.
—Todas dicen lo mismo —aseguró él.
—No, no estoy mintiendo. De verdad lo amo.
— ¿Y si lo amas por qué no lo dejaste? Tuviste que haberlo dejado si lo amabas. Pero no, decidiste no hacerlo. Entonces no lo amas, querida.
— ¿Por qué hace esto? —le preguntó ella.
—Ya se te acabó el tiempo para las preguntas —le dijo y le quitó el seguro al arma. La colocó bien sobre su cabeza. Ella volvió a cerrar los ojos.
— ¡No! —dije y me hice ver. Él se giró a verme.
—Zayn —dijo ella temblorosa.
—Todo va a estar bien, mi amor. Voy a sacarte de aquí, lo prometo —le dije sin dejar de mirarla. Ella asintió y soltó unas cuantas lágrimas.
—Vaya —dijo mi padre y se alejó de _______. Comenzó caminar en círculos —Viniste hijo, viniste a ver la muerte de tu novia.
—Suéltala Yasser, se terminó. Estás perdido —le dije.
—Si entendieras las cosas hijo, sabrías porque hago lo que hago.
—Solo quiero que la sueltes —dije y me acerqué un poco más a él, que retrocedió levemente y apuntó de nuevo a _______ —Mátame a mi padre.
—No —dijo ________.
— ¿Morirías por ella? —me preguntó. La miré y ella negó con la cabeza sin dejar de llorar.
¿Cómo no voy a morir por ella? ¿Cómo no voy a morir por su sonrisa? ¿Cómo no voy a morir por esa paz que me causa? ¿Cómo no voy a morir por el amor que despertó en mí? ¿Cómo podría seguir sin ella? Nada tendría sentido… ni siquiera seguir viviendo.
—Claro que si —dije sin dejar de mirarla.
—Pero yo no quiero que lo hagas —me dijo él. Volví a mirarlo —Creo que aun no has entendido nada, hijo.
—Si lo entiendo, estás loco —le dije —Toda tu vida me odiaste y jamás pudiste verme feliz. Porque estás loco.
Él negó y se acercó a _______ para apoyar el arma al costado de su cabeza.
—Puede ser que tengas razón al decir que te odié. Y si, lo hice. Te odie más que a nada en este mundo —admitió mientras seguía sosteniendo el arma cerca de _______ —Pero después te tomé cariño, a mi manera claro.
—Eres un psicópata —dije entre nervioso y divertido.
—Yo no quiero que tú termines igual que yo —dijo y me miró. Un nudo se formó en mi garganta. —Por eso lo mejor va a ser que ella muera.
—No, no —dije negando con la cabeza —Yo la necesito, mucho.
—Por eso mismo, hijo. Es mejor sacártela ahora que luego. Ella se volverá una obsesión para ti. Peligrosa y que te hará odiar hasta a tus propios hijos… como pasó conmigo —lo miré y negué con la cabeza —Te volverá loco y no podrás vivir en paz nunca. Y a pesar de que si te odié, eres mi hijo y por eso no quiero que pases por lo mismo.
—Pero yo soy yo, Yasser. Yo amo a _______ y la necesito… no solo porque es mi obsesión. Es la persona que me complementa. No podría vivir sin ella.
— ¿Y que pasara el día en que se canse de ti? —Preguntó — ¿Qué harás?
—Lo entenderé, si ella ya no es feliz conmigo voy a entenderlo.
—No hijo, no entiendes. No podrás dejarla y te volverás loco. Te lo aseguro.
Volvió a quitarle el seguro al arma y lo acercó más a _______.
— ¡No, Yasser! —escuchamos su voz.
Me giré a verla y allí estaba ella. Mi padre se alejó de _______ y la miró bien.
— Patricia —susurró mientras sus ojos se iluminaban y una sonrisa aparecía en él.
—No puedes hacerle eso a esa joven, Yasser. Y mucho menos a tu hijo —le dijo ella mientras se acercaba más a él.
—No, mamá —dije en intenté acercarme a ella pero con un gesto de mano me detuvo.
—Si alguien tiene que morir aquí, esa soy yo —dijo. Negué con la cabeza —Suelta a _______ y déjala con Zayn. Esto es entre tú y yo.
Sin dejar de mirarla mi padre se acercó a _______ y comenzó a desatarla. _______ se soltó y al instante se puso de pie y corrió hacia mí. La abracé con fuerza a mi pecho cuando comenzó a llorar compulsivamente.
—Ya mi amor, ya —le susurré al oído.
—Tuve tanto miedo, Zayn. Pensé que jamás volvería a verte —dijo sin apartarse de mí.
—Todo terminó, estoy aquí —besé su frente y luego busqué sus labios e hice lo mismo.
Volví a abrazarla con fuerza. Levanté la vista y miré a mis padres. Ahí parados uno frente al otro. Mi madre sonrió levemente.
—Ya no más Yasser, se terminó —le dijo ella.
— ¿Por qué me hiciste lo que me hiciste, Patricia? Si yo te amaba —le dijo él.
—Yo también te amaba, Yasser. Pero no supiste manejar el amor. Lo volviste una enfermedad. Despreciaste a nuestro hijo y mira como estas ahora.
—Por eso tú vas a morir —dijo él.
—Vamos Yasser, termina con la obsesión que te trajo hasta aquí —le dijo ella.
— ¡NO! —grité y abracé más fuerte a ______ para que no viera nada de lo que estaba pasando.
Ella escondió su rostro en mi pecho. Cerré los ojos y entonces aquel sonido entró con fuerza por mis oídos. No los abrí por unos cuantos segundos.
Todo se detuvo a nuestro alrededor. ______ seguía escondida en mi pecho y los segundos se hicieron interminables.
Lentamente abrí mis ojos y la vi allí parada con la mirada perdida en un punto. Miré a sus pies y allí estaba él con el arma en la mano y una bala en la cabeza. Se mató, él mismo se mató.
Los policías comenzaron a entrar y agarraron a mi madre para alejarla de Yasser. Ryan entró corriendo al lugar y tomó a mi madre para abrazarla con fuerza. Ya todo al fin había terminado.
—Vamos, vamos afuera por favor —dijo uno de los policías y se acercó a nosotros.
Sin soltar a _______ comencé a caminar hacia la salida. Cuando salimos ______ se soltó de mí para correr hacia los brazos de sus padres.
Ellos la abrazaron con fuerza y Gina rompió en llanto. Giré hacia mi derecha y mi madre estaba entre los brazos de Ryan. Ella me miró y se alejó con cuidado de su marido. A paso lento se acercó a mí. Con una de sus manos acarició mi mejilla.
—Todo termino, Zayn —me dijo con voz temblorosa.
—Lo sé —musité.
—Y tú no tienes la culpa —siguió acariciando mi mejilla.
—Eso también lo sé.
Ella sonrió con los ojos llenos de lágrimas y me acercó para abrazarme con fuerza. La apreté un poco más y me sentí realmente protegido.
Me alejé de mi madre y giré para encontrarme con _______ frente a mí. Sonreí levemente y ella copió mi acción.
—Ven aquí —susurré y ella corrió hacia mis brazos. Volvió a esconder su rostro en mi pecho
y acaricié su espalda dulcemente —Casi muero cuando vi que te llevaban.
Mis labios rozaron su frente. La sentí temblar levemente.
—Gracias, mi amor —susurró.
Levantó la vista de mi pecho y me miró. También la miré. Levanté mi mano y acaricié su rostro.
—Ya no más obsesión _______, ya no más —dije y la besé suavemente en los labios sabiendo que ahora todo estaría bien.









Capítulo 64 ♥

Louis comenzó a seguirla mientras le decía que no podía enojarse por ello. Reí por lo bajo al igual que Emma y Harry.
—Se pelean siempre, pero a los dos segundos están como si nada hubiese pasado —dijo el Harry divertido. 
Mi celular comenzó a sonar. Detuve mi paso y lo busqué en mi mochila. Miré la pantalla y el número que aparecía era desconocido. 
—Vamos Malik, estamos por llegar tarde —dijo Harry.
—Vayan yendo —les dije y me alejé un poco para contestar — ¿Hola? 
—Lo intente, juro que lo intente —su voz paralizó mi cuerpo —Pero no lo comprendiste y no me hiciste caso.
— ¿Qué es lo que realmente quieres, maldita sea? —pregunté nervioso.
—Yo quise hacer las cosas por las buenas y tú me obligaste a hacerlas por las malas. Tú no la puedes dejar bueno, yo voy a ayudarte a hacerlo.
— ¿De qué estás hablando? —dije sin entender.
— ¿Dónde está _______ ahora, Zayn? —me preguntó.
Mi corazón se detuvo en ese mismo momento. Solté el teléfono y comencé a correr lo más rápido que pude hacia la salida. La luz de afuera se veía lejana y yo sentía que mis piernas jamás iban a llegar hasta allí. Salí casi volando hacia el exterior y miré hacia donde estaba el estacionamiento. _______ salía del auto.
—¡_______! —le grité. Ella levantó la vista y me sonrió. Y entonces un auto negro salió de la nada y se detuvo a su lado. Unos hombres salieron de allí y colocaron sobre su nariz un pañuelo — ¡NO! 
Corrí hacia ellos pero fue demasiado tarde. Se la llevaron. 
Corrí hacia donde se había dirigido el auto, pero ya se había alejado demasiado. 
— ¡NO! —volví a gritar mientras sentía aquella sensación de impotencia en mi pecho. 
— ¡ZAYN! —Me giré a verlos y Harry y Emma venían corriendo hacia mí — ¿Qué pasó?
—Se la llevaron —dijo mientras me daba cuenta de ello. Mis ojos se llenaron de lágrimas.
— ¿Y _______? —preguntó a Emma.
—A _______ —susurré. 
— ¿Qué? —dijo ella sin poder creerlo.
—Tranquilo, Zayn… vamos a encontrarla. Necesitamos llamar a la policía y ¿Por qué se la llevaron? —dijo mi amigo.
—Mi padre —dije y lo miré a los ojos. 
Harry asintió levemente y estiró la mano para entregarme el celular que había tirado antes de salir corriendo. Lo tomé y sin pensarlo marqué el número de su celular. 
— ¿Qué pasó, hijo? —me preguntó al atender.
— ¡¿Dónde está maldita sea?! ¡Por tu bien no le toques un pelo porque juro que voy a encontrarte y a acabar contigo! —dije mientras apretaba los dientes. 
—Solo estoy intentando ayudarte. Quiero salvarte, aunque no lo creas.
— ¿Por qué no me dejas en paz? —Mi voz se quebró y las malditas lágrimas comenzaron a salir de mis ojos – No le hagas daño, por favor.
—Por eso mismo es que quiero alejarla de ti, hijo —susurró él como si estuviera con alguien – Ella es la que va a acabar contigo si no hago algo.
— ¡No, por favor, no le hagas nada! —grité.
—Me lo vas a agradecer algún día —dijo y colgó.
— ¡NO, MALDITA SEA, NO!  Harry se acercó a mí y me abrazó mientras yo sentí que todo el mundo se venía sobre mi cabeza —Va a hacerle algo —dije sin dejar de llorar —Él está loco y va a lastimarla.
—Tranquilo, hermano, tranquilo —me dijo él y se alejó de mí —Vamos a llamar a la policía y hay que buscar a personas que hayan estado cerca de tu padre y que sepan lugares en los que pueda estar. 
—Ya llamé a la policía —dijo Emma —Están viniendo para acá. 
—Amanda —dije y me alejé de ellos para correr de nuevo hacia la Universidad. 
— ¡Zayn, espera! —me gritó Harry. 
Aun así no me detuve. Ella debe saber algo de todo esto, ella debe tener una idea de a donde ese infeliz se llevó a _______. Voy a matarla si no me lo dice. 
Entré abruptamente al salón. Todos se giraron a verme. La busqué con la mirada y la encontré sentada casi al final del salón.
— ¿Dónde está? —le pregunté fuerte mientras me acercaba a ella.
Sus ojos se abrieron bien y se puso de pie para retroceder levemente. Me acerqué más y la toqué por los hombros.
— ¿Qué haces? —me preguntó nerviosa.
— ¡Dime donde diablos la tiene! —le grité. 
— ¡Zayn, Zayn! —Harry me alejó de ella. Intenté soltarme, pero él me lo impidió.
— ¡Suéltame Harry! ¡Esta perra sabe donde la tiene! ¡Ella lo sabe! —dije mientras seguía haciendo fuerza para soltarme de mi amigo. 
— ¡No sé de qué estás hablando! —me dijo ella mientras comenzaba a llorar.
— ¡Mentira, si lo sabes! ¡Lo sabes, maldita sea! —seguí gritando. 
— ¡Sáquenlo de mi clase! —dijo el profesor. 
Sentí las manos de Louis sobre mi otro brazo y me giré a verlo.
—Se la llevaron, hermano —dije mientras volvía a soltar un par de lágrimas —No sé donde está… tengo que encontrarla. 
—Vamos afuera —dijo él un tanto confundido. 
Salimos del salón y me solté de sus brazos. 
— ¿Qué sucede aquí? —el rector preguntó y me giré a verlo.
—Necesito ayuda, señor. Se llevaron a _______, la secuestraron aquí afuera, delante de mí. Necesito ayuda —le dije desesperado. 
—Tranquilo, la policía ya está aquí —me dijo. 
Ashley se acercó a mí y me abrazó con fuerza. Apoyé la cabeza en su hombro y comencé a llorar de nuevo. 
—Voy a morirme si le hace algo —le dije a mi prima.
—Tranquilo —susurró ella con voz queda —Todo va a estar bien.
—Malik, la policía necesita de su declaración —me habló el rector. 
Me alejé de Ashley y sequé mi rostro antes de girar a verlo. Asentí y caminé con él hasta su despacho. Un hombre de pelo blanco me miró y me dio la mano.
—Ya hemos sido informados de lo sucedido. Pero necesitamos que nos diga cómo fueron las cosas. 
—Primero lo principal el que tiene a _______ se llama Yasser Malik, y es mi padre —le dije. Él asintió y tomó asiento mientras anotaba —Y… fue hace unos instantes… ella había ido a buscar algo a su auto y mi padre me llamó y me dijo que él iba a ser quien la alejara de mí. Y cuando salí un auto se detuvo a su lado y se la llevaron. 
— ¿Recuerda como era el auto? —preguntó.
—No… solo sé que era negro. No pude distinguir ni la marca, ni nada.
—Bien, nosotros ya empezaremos con la búsqueda.
Se puso de pie y salió de allí. El rector se giró a verme.
—Es necesario que llames a sus padres —me dijo mientras apoyaba una de sus manos sobre mi hombro.
Asentí y él me dejó solo en su despacho. Me senté pesadamente en la silla y cubrí mi rostro con ambas manos. Esto no podía estar pasando, esto no era real.
Debe ser que estoy durmiendo y es una pesadilla como la de ayer. Solo una pesadilla. _______ esta durmiendo a mi lado. Solo necesito despertarme. 
—Zayn —dijo ella entrando al despacho. Levanté mi cabeza y la miré —Ya llamé a Gina y a Greg. Están viniendo para acá. 
—Les fallé —musité y mi mirada quedó clavada en la nada.
—No, no primito —dijo ella y se arrodilló frente a mí —Tú no les fallaste.
—Si les falle —la miré a los ojos y sus bellos ojos estaban llenos de lágrimas —Yo no la cuidé, es mi culpa. Solo tuve que haber hecho lo que él quería y ahora ella estaría aquí bien, sana y sin miedo. 
—Las cosas pasan por algo, primito —dijo y acarició mi rostro. Se acercó a mí y me abrazó con fuerza. Todavía tengo la esperanza de que esté durmiendo.
Las horas comenzaron a pasar y con ellas la sensación de que era solo un sueño se había ido. Esto es real y está pasando. No habíamos tenido ninguna noticia de mi padre, ni nada por el estilo. Él no había vuelto a llamarme. 
Miré a Gina y esta no dejaba de llorar mientras se encontraba acurrucada entre los brazos de Greg. Mi madre y Ryan habían venido hacia la Universidad al enterarse de lo sucedido. 
Mi celular comenzó a sonar y todos se callaron para mirarme con expectación. 
—Cuando yo te diga, atiende —me dijo el comisario. Asentí —Ahora.
— ¿Hola? —dije tratando de sonar lo más calmado posible.
— ¿Ya llamaste a todo el mundo, cierto? —Me preguntó él — ¿Qué necesidad había, hijo? Esto pudo haber sido un secreto entre nosotros.
— ¿Dónde la tienes? —le pregunté. 
— ¡Zayn! —escuché su voz a lo lejos.
— ¡No, no, no! —dije mientras las lágrimas comenzaban a llenar de nuevo mis ojos —Por Dios, suéltala.
— ¡Cállate, niña! —le gritó él. 
—Por lo que más quieras, papá —le hablé sin dejar de llorar —Déjala en paz. Voy a hacer lo que quieras. Voy a dejarla, pero no le hagas daño.
—Eso lo tuviste que haber pensado ayer, hijo. Ahora es tarde… yo no puedo permitir que tú arruines tu vida.
—Por favor —musité y cerré los ojos con fuerza.
—Se que vas a odiarme al principio, pero después vas a ver que yo tenía razón. Esto es necesario. 
—No, no es necesario.
—Adiós, dijo —colgó antes de que pudiera decirle algo más.
Me giré a ver al comisario y él sonrió levemente.
—Lo tenemos.


Capítulo 63 ♥

Me desperté y me senté en la cama algo agitado. Miré hacia mi izquierda y _______ dormía tranquilamente allí. Solté un suspiro y me volví a acostar. Había tenido una pesadilla, solo eso. Ella está bien, ella está a mi lado. 
— ¿Qué sucede? —su dulce voz rozó mi oído. Giré mi cabeza para mirarla y ella tenía sus ojos bien abiertos. 
—Nada, solo tuve una pesadilla —le dije y me acomodé 
bien de costado para acariciar su rostro.
Ella se acercó más a mí y escondió su cara en mi cuello. Sus brazos se metieron debajo de los míos y sus manos acariciaron mi espalda.
—Solo fue una pesadilla —susurró.
—Lo sé —dije mientras cerraba los ojos y disfrutaba de su cercanía — ¿Me das un beso?
—Primero necesito ir al baño —dijo mientras se alejaba.
—No, no… primero un besito —hice un puchero.
—Bien —dijo en un suspiro y se acercó a mi boca. Coloqué mi mano en su nuca y la acerqué más a mí.
— ¿Me amas? —le pregunté cuando la solté.
—Mmm… no lo sé —dijo ella mientras se ponía de pie. Sonrió y me volvió a besar —Claro que te amo, ¿Por qué lo preguntas?
—Solo quería volver a saberlo —le dije.
—Tonto —dijo divertida y entró al baño.
Aquel sueño había sido tan real. ________ era alejada de mí y nunca más volvía a verla. Mi vida se volvía miserable y sin sentido. Había sido tan fea la sensación del vacío y el dolor. Me volví a acostar sobre la almohada y me tapé bien con las sábanas. Hacía un poco de frío.
_______ salió del baño y volvió a acostarse a mi lado.
— ¿Qué hora es? —le pregunté.
—Temprano, muy temprano —musitó mientras se acurrucaba entre mis brazos y volvía a cerrar los ojos.
— ¿Qué tan temprano?
—Son las 5 de la mañana, amor.
— ¿Enserio? —pregunté.
—Si —dijo ella y besó mi pecho —Aun tenemos 4 horas más para dormir. Así que deja de hablar y cierra tus lindos ojos.
La abracé contra mi pecho y cerré mis ojos. Aun la maldita sensación me seguía molestando. Pero decidí ignorarla. Eso solo una sensación, nada significa.
Las cuatro horas que faltaban para levantarnos pasaron volando y ________ fue la primera en levantarse y bañarse. Se puso el uniforme de la Universidad y luego se tiró encima de mí para despertarme mientras sus manos intentaban hacerme cosquillas.
—No vas a lograrlo, no las tengo —le dije sin abrir los ojos.
—Bueno, no tendrás cosquillas pero si te dan calor los besos —dijo ella y se metió debajo de las sábanas para comenzar a besar mi pecho y bajar hasta mi estomago.
—________… no —le dije.
— ¿Viste? Yo sabía —susurró y su aliento quemó mis abdominales.
—No hagas eso. Espera… porque… ¡_______! —dije elevando mi voz y sacando las sábanas de encima de ella.
Ella estaba sentada a horcajadas sobre mí con aquella linda pollera que estaba obligada a usar para asistir al campus. Sonreí al recordar que así mismo la quería yo cuando estaba encima de Betty. Ella mordió su labio inferior y me miró con ganas.
— ¿Por qué no me haces caso y te levantas? —me preguntó.
— ¿Por qué estas sentada encima mío con esa ropa? ¿Acaso piensas que así voy a levantarme y querer salir de esta cama? —le pregunté.
Podría decirse que ella casi gateó sobre mí hasta llegar a mi rostro. Sus labios rozaron los míos. Su aroma a ropa lavaba y perfume simplemente me excitó.
—Vamos a llegar tarde mi amor… tienes que levantarte, ahora —dijo.
— ¿Tú estás jugando conmigo? —dije y sin darle tiempo a nada giré sobre la cama y la atrapé debajo de mí. Ella rió divertida.
—Esto no es justo —se quejó ella mientras calmaba su risa.
—Y ¿Por qué no?
—Porque yo era la que te estaba controlando… así no vale, Zayn.
— ¿Tú controlar? Estas equivocada, amor.
— ¿Estás seguro? —dijo sin dejar de mirarme fijo a los ojos.
Entonces entendí aquello, si ella dice que no… a veces realmente es no.
Me bajé de ella y me acosté a su lado.
—Está bien, tú ganas —le dije.
Rió por lo bajo y volvió a subirse sobre mí. Bajó su rostro y me besó tiernamente. Intenté acariciar su rostro mientras la besaba. Pero ella tomó mis manos y las dejó sobre la cama. Se alejó despacio dejándome totalmente idiotizado.
—Ahora sí, nos vamos —dijo y se bajó de la cama.
Soltando un gruñido me puse de pie y entré a bañarme. Lo hice rápido pues al ver la hora, solo teníamos media hora antes de que comenzara la Universidad. Salí y me cambié. Bajé las escaleras del cuarto de _______ y me acerqué a la cocina para comer un poco de cereales.
— ¿Vamos? —le pregunté.
—Vamos, amorcito —dijo ella con una leve sonrisa.
Salimos de su casa y otra vez en su auto nos dirigimos hacia otro maldita día de clases. Más rápido de lo que esperé llegamos y allí estaban nuestros amigos.
—Hola —dijo contenta ________.
—Hasta que al fin aparecen —dijo Ashley.
—Lo siento, se nos hizo tarde —le dije a mi prima mientras besaba su cabeza. Saludé a Emma y luego les di la mano a Louis y Harry.
— ¿Entramos? —dijo Harry.
—Si, antes de que lleguemos tarde enserio —dijo Louis.
Caminamos hacia la entrada. Y _______ se detuvo. Nos giramos a verla.
— ¿Qué pasó? —le pregunté.
—Me olvidé de unos cuadernos en el auto, voy a buscarlos —dijo.
—Te acompaño —dije y caminé hacia ella.
—No, amor. No es necesario. Vayan yendo que ya los alcanzo —se acercó a mí y me dio un leve beso antes de correr hacia la salida.
Volví hacia donde estaban los chicos.
— ¿Larga noche, Malik? —me preguntó Louis.
—No le preguntes esas cosas, Louis Tomlinson —lo retó Ashley.
— ¿Qué tiene? —Dijo él confundido —Es mi amigo, toda la vida le pregunte sobre sus aventuras de cama.
— ¡Eres un asqueroso! —dijo realmente ofendida y comenzó a caminar más rápido.